domingo, 12 de julio de 2009

Sin amor


Un piso, una habitación. Una cama y dos personas compartiéndola sin nada que decirse.

Él, moreno, pelo largo, labios carnosos.

Ella, tez pálida, sin ropa interior.

Ninguno de los dos quiere al otro y les da igual. Quizás eso sea lo peor...o lo mejor. Abrazados en la penumbra hablan de las personas a las que realmente aman. Primero él, luego ella, tratando de reconfortarse mutuamente. Se entienden, mas o menos, no discuten apenas, algún iluso podría pensar que son amigos. No lo son, sólo son dos personas que buscan en el otro la pieza que les falta, a pesar de saber que esa persona no la tiene.

Después de escucharse y consolarse, como pueden, por turnos, el helado de vainilla es testigo de esa pasión sin amor que tantos otros han vivido antes que ellos. Esa pasión tan absurda que les llena unos segundos. Es un error, los dos lo saben, no merece la pena, también lo saben, pero ya nada les importa.

Yacen en esa cama de sábanas blancas que ahora estará vacía, preguntándose si alguna vez podrán llenar esa, u otras camas, de amor con la persona adecuada.

2 comentarios:

  1. Claro que podran, siempre se puede. El amor esta en todas partes y va x todas partes. No es como la tristeza, que esta en todos sitios, pero no en todos a la vez ;)

    BeZZZzz

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  2. hay que encontrarse con muchas camas vacias para dar con la correcta...
    pero todo llega; true love?...si, existe...

    tk!

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