lunes, 4 de octubre de 2010

Ya no sé ni cómo sentirme.

Hoy es un día de esos días en los que me gustaría no haberte conocido.
Estoy harta de estar enamorada de ti, harta. No aguanto ni un segundo más. Me dices que estoy rara...¿cómo no voy a estarlo? ¿Es que no te das cuanta de que no dejo de pensar en ti ni un sólo momento? Es imposible que no lo sepas. Todo el mundo lo sabe. A veces tengo ganas de gritártelo a la cara, aún sabiendo que no soy ni seré correspondida, porque hay ciertas cosas con las que una no puede competir.
Además, están todos esos rumores sobre ti. Que cada día me llegan con mas fuerza y de fuentes distintas. Y yo...yo no sé que voy a hacer si eso es cierto. De verdad que no lo sé. Lo único que mantiene mi esperanza es que tu aún no me has dicho nada. Quizás realmente no sea cierto, o quizás si y sólo estés confuso. O quizás...no, no quiero ni pensar que puedes ser...eso. No porque sea malo en sí. Quiero decir, muchos íntimos míos lo son, y no pasa nada. Pero por favor, tu no, estoy demasiado enamorada de ti como para poder aceptarlo con la madurez necesaria... Prefiero que te pases la vida enamorado de otra chica antes que eso. Prefiero que me digas que nunca te gustaré por x o por b, pero por favor, eso no. Y si...de verdad sucediese, de verdad fueses así... Lo aceptaría, quizás no con rapidez instantánea, pero acabaría comprendiéndolo y dejando mis sentimientos a un lado para que continuaras siendo mi amigo. Sin embargo, si me mientes... eso si que no podría aceptarlo. No podría comprender nunca que no depositases tu confianza en mi, cuando yo lo hago siempre en ti.
De verdad, no sé cómo sentirme. Furiosa. Triste. Decepcionada. Estúpida. Ridícula. Sin ti.
Lo único que sé es que no veo el momento de quedarme sola para poder llorar sin que nadie me vea.

No hay comentarios:

Publicar un comentario